Los acumuladores hidráulicos son equipos hidrostáticos capaces de acumular una cierta cantidad de energía y entregarla a la instalación hidráulica cuando sea necesario.
Los fluidos son muy poco compresibles, mientras que los gases poseen una elevada compresibilidad. Sobre esta diferencia se basa el principio de trabajo de todos los acumuladores hidráulicos de gas.
Según el tipo de elemento separador, se diferencia entre acumuladores a vejiga o a membrana. Los acumuladores hidráulicos constan básicamente de una parte líquida y de una parte gaseosa, con un elemento separador hermético al gas.
La parte líquida está conectada con el circuito hidráulico.
Si un volumen de gas presurizado determinado se somete a una presión de fluido hidráulico más elevada, el volumen de gas se reducirá con el aumento de la presión de fluido hidráulico mientras se incrementa la presión de gas con la presión de fluido hidráulico.
Si la presión de fluido cae, la dilatación del gas empuja el fluido de nuevo hacia la instalación hidráulica hasta que se vuelva a compensar la presión.
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